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Dolor Osteomuscular

¿Cómo se diagnostica la artrosis de rodilla?

El dolor por artrosis de rodilla es una de las principales causas de limitación funcional en adultos, especialmente en personas mayores de 50 años. Esta condición, se caracteriza por el desgaste progresivo del cartílago articular, acompañado de inflamación y cambios en las estructuras óseas de la rodilla.

El diagnóstico de la artrosis de rodilla se basa en tres pilares principales:

1. Historia clínica y síntomas: Los pacientes suelen reportar dolor en la rodilla que empeora con la actividad física, rigidez matutina que mejora tras unos minutos de movimiento, y en etapas avanzadas, sensación de inestabilidad o deformidad articular.

Opciones de tratamiento para el dolor por artrosis de rodilla

El manejo de esta condición requiere un enfoque integral que combine estrategias no farmacológicas, farmacológicas e intervencionistas.

1. Tratamientos no farmacológicos • Ejercicio y fisioterapia: Mantener la actividad física adaptada es fundamental para fortalecer los músculos que soportan la rodilla, mejorar la estabilidad articular y reducir el dolor. • Pérdida de peso: La disminución del peso corporal reduce la sobrecarga en las rodillas, aliviando significativamente los síntomas. • Terapias físicas: Aplicaciones de calor, frío o electroterapia pueden brindar alivio temporal.

2. Tratamientos farmacológicos • Analgésicos como acetaminofén o antiinflamatorios no esteroides (AINEs) para reducir el dolor y la inflamación. Sin embargo es necesario evaluar de manera personalizada cada paciente para poder establecer una estrategia farmacológica que sea eficiente y segura para cada tipo de paciente. • Suplementos como glucosamina y condroitina pueden ser útiles en etapas iniciales, aunque su efectividad es variable.

Opciones de tratamiento intervencionista en medicina del dolor

Cuando el dolor es persistente y no responde a tratamientos convencionales, la medicina del dolor ofrece intervenciones mínimamente invasivas que pueden marcar una diferencia en la calidad de vida de los pacientes:

1. Radiofrecuencia geniculada: Este procedimiento utiliza calor controlado para desactivar los nervios responsables de transmitir el dolor desde la rodilla al cerebro. Es ideal para pacientes con dolor moderado a severo que no desean o no son candidatos a cirugía.

2. Infiltraciones con plasma rico en plaquetas (PRP): Estas inyecciones utilizan componentes de la sangre del propio paciente para promover la regeneración del tejido y reducir la inflamación.

3. Bloqueo geniculado: Consiste en la inyección de anestésicos y esteroides alrededor de los nervios geniculados para proporcionar alivio del dolor.

4. Proloterapia: Este tratamiento utiliza soluciones irritantes para estimular la reparación del tejido y mejorar la estabilidad articular.

5. Inyecciones intraarticulares: con corticosteroides o ácido hialurónico, que proporcionan alivio a corto y mediano plazo.

Conclusión

El dolor por artrosis de rodilla es un desafío que requiere un enfoque personalizado y multidisciplinario. Desde cambios en el estilo de vida hasta intervenciones avanzadas, existen múltiples opciones para manejar el dolor y mejorar la funcionalidad. Te espero en mi consultorio, estoy lista para ayudarte a encontrar la mejor estrategia para ti. Si tienes preguntas o necesitas una evaluación personalizada, no dudes en contactarnos. ¡Estamos aquí para mejorar tu calidad de vida!